Al renovar la iglesia-fortaleza parroquial, que data del siglo XV, se equipó el edificio con tecnología LED de última generación. Las demandas estaban claramente formuladas: los feligreses tenían que poder leer bien las partituras y el libro de cánticos, pero la luz no podía ser demasiado intensa y tampoco debía deslumbrar. Además, la iluminación tenía que ser discreta. La concepción del proyectista de iluminación, Wolfgang Engelhardt, muestra cómo se pueden conciliar el diseño moderno de luminarias con un espacio histórico. Las luminarias artesanalmente sopladas, "Ring of Fire", se integran armoniosamente en el sobrio conjunto eclesiástico. La luminaria circular, premiada por su diseño en varias ocasiones, emite tenuemente su luz directa e indirecta sobre el espacio atmosférico de la iglesia.