Con ocasión de la modernización de esta nave industrial de 20 metros de altura, se planteó el objetivo, en cuanto a la iluminación, de sustituir la iluminación existente por un sistema con LED. Era condición indispensable que estuviera asegurada una iluminación constante y homogénea de las superficies. La alta modularidad de los proyectores de la serie Ralite Highbay II tiene sus ventajas: permite ajustar las intensidades lumínicas en función de las necesidades. Cada luminaria está programada de tal manera que un sistema de regulación de luz constante a través del controlador compensa automáticamente el descenso del flujo luminoso durante la totalidad de la vida útil de la luminaria. De esta manera se garantiza, tanto el nivel constante de luminosidad como la seguridad y productividad.